Hay quien quiere más a su perro a medida que conoce mejor a los hombres. Otros prefieren los libros, que no exigen que se los saque a pasear dos veces al día. En los libros pueden aprenderse muchísimas cosas, incluso a conocer mejor a los hombres. Y, aunque a veces cueste encontrarlo, hay al menos un libro para cada persona. Por ejemplo este, escrito sin lugar a dudas para la jovencita que ha decidido conocer mejor a los hombres por su propia cuenta.

El título es La chica recién desflorada. Lo que se debe decir en cada ocasión dudosa. Y apunta, en efecto, cómo comportarse en situaciones en que a una podrían faltarle las palabras. Un ejemplo:
Desflorada en la consulta del médico
Vas a ver al médico porque tienes cierto dolor de cabeza.
Tras ser desflorada, dices:
—Vaya, doctor, mi dolor de cabeza ha desaparecido.
Él dice:
—El doctor ha salido. Yo soy otro paciente.
Tú astutamente replicas:
—En ese caso, supongo que no tendré que pagar.
A los hombres les gustan las mujeres que saben economizar. Miss H. P.

El consejo es de la autora del libro, Hyacinthe Phypps, que ha dedicado más de cincuenta años de su vida a aconsejar sobre la conducta apropiada en cada ocasión.
Es lo único que sabemos de ella. Si bien nadie discute que los dibujos que acompañan a su texto pertenezcan al gran Edward Gorey, son muchos los que sostienen que Hyacinthe Phypps es un seudónimo. Si fuera así, el pseudónimo ocultaría al propio Edward Gorey, a un tal Mel Juffe, al propio Mel Juffe acompañado de otro tal Monte Ghertler… si se intenta averiguar quién es Mel Juffe descubriremos que lo mismo puede ser un escritor y periodista estadounidense que un pseudónimo, a su vez, de Al Jaffee, un dibujante también estadounidense. Monte Ghertler, por su lado, es otro autor y publicista de la misma nacionalidad. En resumidas cuentas: que la instruidísima Hyacinthe Phypps es la prueba de que es mucho más difícil conocer a las mujeres que a los hombres.
Y próspero año nuevo.